¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?
Romanos 2:4
Por esta razón, nuestros ojos pueden contemplar atardeceres
imponentes, nuestros oídos pueden disfrutar melodías preciosas y nuestros brazos pueden sentir un cálido abrazo. La vida podría ser una miseria interminable. Pero, en cambio, Dios permite que la disfrutemos… gracias a su misericordia.
Cuando descubres cuán maravillosa es la bondad de Dios, se responden
con facilidad un sinnúmero de preguntas. Por ejemplo, ¿por qué Dios no nos arroja un rayo cuando pecamos? ¿Por qué retiene su juicio y nos da tiempo para arrepentirnos? Su bondad es la razón (Romanos 2:3-6). ¿Por qué nos regala la salvación y el perdón? ¿Por qué los pecadores indignos reciben estos dones a través de la fe en su Hijo? ¿Por qué no se puede llegar al cielo mediante nuestra buena conducta? Dios no es injusto ni
impuro. Entonces, ¿por qué?
La salvación es un regalo que se da libremente para mostrar cuán
incomparable y enorme es la bondad de Dios (Efesios 2:1-9). Por lo tanto,
todos pueden estar seguros de recibir su regalo de la salvación, sólo por
gracia, porque cuando lo recibimos por medio de la fe, revelamos y
honramos la bondad misericordiosa de nuestro Dios.
PROFUNDIZA
La salvación es un regalo, pero tuvo un gran costo para el Dador. Lee Efesios 2:1-9 y descubre por qué Dios ofreció tanto con tanta generosidad. Concéntrate en el v. 7.
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