El hombre misericordioso se hace bien a sí mismo, pero el cruel a sí mismo se hace daño.
Proverbios 11:17
Ser amable significa que cubres las necesidades del momento. Te
vuelves más servicial. Si se trata de tareas domésticas, te pones a trabajar.
¿Hace falta un oído dispuesto? Lo proporcionas. La amabilidad adorna a la mujer con la capacidad de servir a su esposo, sin preocuparse por sus propios derechos. La amabilidad hace que un varón tenga curiosidad por descubrir lo que su esposa necesita, y lo motiva a ser el que dé un paso al frente y se asegure de que esas necesidades se satisfagan... aunque las propias queden en espera.
¿Acaso al principio no fue la amabilidad algo clave que los unió a ti y a tu cónyuge? Cuando te casaste, ¿no esperabas disfrutar de su amabilidad
durante el resto de tu vida? ¿Acaso tu pareja no sentía lo mismo con
respecto a ti y pensaba que siempre podría contar con tu disposición a
servir? Aunque los años pueden mitigar ese deseo, tu placer en el
matrimonio sigue ligado al nivel diario de amabilidad expresada.
EL DESAFÍO DE ESTA SEMANA
Durante la semana, busca maneras de demostrar gestos inesperados de amabilidad hacia tu cónyuge.
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